Schlumberger despide 21.000 empleados ante el desplome del precio del crudo por el COVID-19

Los productores de crudo están haciendo fuertes reducciones de gastos en respuesta a la histórica caída de los precios del crudo debido a la pandemia del coronavirus.

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Schlumberger, la compañía de servicios para campos petroleros más grande del mundo, anunció este viernes un recorte de 21,000 empleos en medio de la crisis que atraviesa el sector ante el desplome de los precios del crudo por el coronavirus.

Por ello, se esperan nuevas medidas de austeridad en los próximos meses, ya que la compañía ha logrado de momento reducir un 40 % de los 1,500 millones de recorte de costes fijados como meta, con lo que restan otros 900 millones por eliminar.

La empresa, que para finales de 2019 tenía 105,000 empleados, anunció los despidos al dar a conocer que en el segundo trimestre tuvo una pérdida neta de 3,400 millones de dólares, equivalente a 2.47 dólares por acción, frente al beneficio neto de 492 millones (35 centavos por título) del mismo periodo del año pasado.

Schlumberger registró en el trimestre 3,700 millones de dólares en cargos de depreciación por deterioro, incluidos unos 1,000 millones por indemnizaciones. Con la reestructuración en que se enmarcan los despidos, Schlumberger espera eliminar 1,500 millones de dólares de costes este ejercicio.

Por ello, se esperan nuevas medidas de austeridad en los próximos meses, ya que la compañía ha logrado de momento reducir un 40 % de los 1,500 millones de recorte de costes fijados como meta, con lo que restan otros 900 millones por eliminar. «Probablemente este ha sido el trimestre más desafiante de las últimas décadas«, dijo en una declaración el consejero delegado de la empresa, Olivier Le Peuch.

Los productores de crudo están haciendo fuertes reducciones de gastos en respuesta a la histórica caída de los precios del crudo debido a la pandemia del coronavirus. Le Peuch indicó que la demanda de crudo se está recuperando lentamente y que prevé que mejore a medida que los gobiernos levanten las restricciones para apoyar el crecimiento del consumo.

Eso contribuiría a la recuperación de la actividad de la fracturación hidráulica («fracking») en América del Norte, que se ha visto especialmente golpeada por la crisis. «Cualquier nueva perturbación por el COVID-19 o un revés significativo en la demanda de crudo debido a una recuperación económica más lenta podría suponer riesgos a la baja para esta perspectiva«, agregó.


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