Tras 10 años de vi01@ci0n y tortura joven logró escapar de su cautiverio

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La víctima cobró USD 1,50 y se llevó a su hijo, a quien concibió a través de las múltiples violaciones de las que fue víctima, y escapó

Tras 10 años de vi01@ci0n y tortura joven logró escapar de su cautiverio

Un caso extremo de violencia de género sacude a Ecuador. Una joven de 22 años escapó de sus captores luego de pasar 10 años encerrada en una habitación donde fue violada y torturada. La joven logró cobrar USD 1,50 y escapó con su hijo de cuatro años, a quien concibió a través de las violaciones de las que fue víctima.

El caso de la joven fue revelado por el diario Expreso y causó revuelo en sectores comprometidos con los derechos de las mujeres, niños y niñas y que piden a las autoridades actuar con rapidez para que no haya impunidad.

Cuando Camila (nombre protegido) tenía 12 años, sus padres la pusieron a cargo de su maestra para poder viajar a Estados Unidos a trabajar y buscar mejores condiciones para sus hijos. Los padres de Camila confiaron en la educadora y dejaron a su hija y a sus hermanos de 6 y 8 años a cargo de la mujer que luego se convertiría en la agresora.

La maestra llevó a los niños a su casa en La Troncal, un pequeño pueblo a 380 kilómetros al sur de Quito. En esa casa también vivía el hermano del maestro, quien fue verdugo de Camila.

Según el diario, la víctima contó su testimonio entre lágrimas. La joven dijo que la maestra entonces tenía una relación con su padre y que su madre no estaba al tanto de esto, por lo que se los encomendó al educador cuando viajaron a Estados Unidos. Los primeros meses, señaló Camila, fueron tranquilos, pero luego comenzó la tortura.

Cuando cumplí 12 años, me dijo que yo nací para ser una mujer de la calle y mis hermanos eran usuarios de marihuana”, dijo. Con mucho dolor, la joven de 22 años contó a los medios que, cuando cerró los ojos, aún recuerda que estaba encerrada en un cuarto donde el paso del tiempo se tornaba tortuoso “porque sabía que todos los días a las 03:00 horas eso hombre, venia a violarme«. Camila se refiere al hermano de la maestra. Además, confirmó que la maestra estaba al tanto de las violaciones. Debido a la violencia sexual sistemática que sufrió Camila, quedó embarazada y dio a luz al hijo de su violador.

Ahora Camila teme por sus hermanos, porque conoce el infierno de vivir entre esas cuatro paredes: “Él no nos dio de comer, no nos dio educación, yo solo estudié hasta octavo grado, no nos compró ropa tampoco, aunque mi padre le enviaba dinero. Ella le dijo que estábamos bien, no nos dejaba tener comunicación con mi mamá. Ella seguía diciéndonos que no nos amaba. Hizo que mis hermanos durmieran en la calle y no les dio de comer. Ella sabía lo que me hacía su hermano, escuchó mis gritos, producto de tantos abusos, quedé embarazada, tengo un niño de 4 años.

La violencia física fue tan brutal que en una ocasión, luego de una golpiza, Camila resultó herida en los pulmones y tuvo que recibir atención médica en un hospital. A sus padres les dijeron que contrajo tuberculosis.

Luego de una década en cautiverio, el 31 de marzo de este año, Camila decidió escapar con su hijo. Había logrado recaudar USD 1,50 y aprovechó que no había nadie en la casa: “Cada vez que encontraba una moneda la escondía, ya me había dado cuenta que el candado estaba dañado, así que aproveché para escapar, pero no pude llevarme a mis hermanos, temo por sus vidas”, dijo preocupada a Expreso .

El abogado de la joven, Kelvin Ronquillo, informó que hay dos denuncias contra los agresores de Camila y sus hermanos, una por violación y otra por violencia psicológica: “Es terrible lo que soportó esta joven y lo que hizo para escapar. Esa señora sabía todo lo que estaba pasando, ella era la perpetradora y cómplice, incluso los torturó metiéndolos en un tanque de agua, estas personas deberían pagar por lo que les hicieron a estos niños. Hay penales y fuertes”, dijo.

El padre de Camila murió de COVID-19 hace un año en Estados Unidos y su madre no puede regresar al país porque tiene una demanda de USD 34.000 para alimentos.

Sybel Martínez, vicepresidenta del Consejo de Protección de Derechos de Quito, escribió en su cuenta de Twitter que “este caso refleja el nivel de desamparo y extrema violencia que pueden vivir las niñas y niños en Ecuador. La acción de proteger o desproteger es colectiva y es una responsabilidad exclusivamente adulta. Somos adultos irresponsables y hasta perversos con los niños”.

Desafortunadamente, los casos de abuso infantil se reportan con frecuencia en Ecuador. En 2021, la tortura contra dos niños que fueron quemados, violados y golpeados por su madrastra también conmocionó al país. A casos atroces como estos se suman las sentencias e investigaciones que la Fiscalía inicia a diario contra agresores de menores, la mayoría de los cuales forman parte del círculo cercano de los niños. Una de las últimas sentencias comunicadas por la Fiscalía fue la que condenó a dos hombres por violar a una niña. la menor es hija y hermana de los violadores.


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