Un papá encontró a su hija de 11 años muerta, debajo de la cama, con signos de violencia s3xu4l

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La niña, que estaba sola, le escribió a su papá para advertirle sobre un extraño que estaba tocando la puerta. Al no tener más información de su hija, el hombre se dirigió a su casa, donde encontró el cuerpo sin vida de la menor.

Un caso de violencia sexual y asesinato en contra de una menor de edad se presentó al interior de una propiedad en el estado de Texas, Estados Unidos, donde un papá descubrió el cuerpo de su hija, de 11 años, oculto debajo de la cama, en una bolsa plástica metida en una cesta de ropa.

De acuerdo con el hombre, identificado como Carmelo González, de 32 años, acababa de llegar al trabajo cuando recibió un mensaje de su hija María, alrededor de las 10:00 de la mañana, advirtiéndole sobre la presencia de un extraño que estaba tocando la puerta de la casa, ubicada en la ciudad de Pasadena.

“Le dije: ‘No abras la puerta que estoy llegando al trabajo’, y ella respondió: ‘Estoy en mi cama’”, relató González al medio local Fox 26. Desde ese momento, el hombre no volvió a saber nada de su hija así que, preocupado, le pidió el favor a unos familiares que viven en el mismo edificio de que fueran a revisar si todo estaba bien.

Unos tíos de la menor encontraron la puerta de la propiedad abierta, pero no pudieron localizarla tras realizar una revisión superficial en cada una de las habitaciones, informó el jefe de Policía Josh Bruegger, en una conferencia de prensa.

Cinco horas después, a eso de las tres de la tarde, el papá regresó a la casa para realizar una búsqueda exhaustiva de María, que acababa de cumplir los 11 años, y encontró su cuerpo sin vida debajo de la cama, oculto en un cesto de ropa.

La dejaron debajo de la cama en una bolsa de plástico. Dejaron a mi pobre hija”, expresó González en el medio anteriormente mencionado.

Según el reporte de las autoridades, la niña fue agredida sexualmente antes de ser estrangulada. Asimismo, se conoció que la menor sufrió de un traumatismo contundente en la cabeza antes de morir.

El jefe de Policía señaló que, por ahora, no hay sospechosos en relación al violento crimen: “En este punto, la coartada del padre se verifica, por lo que, al menos en este punto, no es un sospechoso”.

Carmelo y María, de Guatemala, vivían solos en el apartamento y su situación legal en el país donde se presentaron los hechos es desconocida. “Es la menor de nuestras preocupaciones en este momento”, aseguró Bruegger.

Por otro lado, la investigación reveló que la casa no mostraba signos de entrada forzada porque, presuntamente, la puerta no tenía llave.

Bruegger sugirió que el asesino probablemente le había hecho un seguimiento a su víctima y sabía que estaba sola en la casa: “Parece terriblemente sospechoso que tu papá se va a trabajar y en 30 minutos tienes a alguien llamando a la puerta”, puntualizó.


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