Viktoria Nasyrova, se llevó documentación y algunos objetos personales a la víctima en su propia casa. Fue condenada a 21 años de cárcel en EEUU.
Una mujer fue condenada en Nueva York a 21 años de prisión por tratar de envenenar a otra mujer que se parecía a ella con un cheesecake lleno de sedantes. Los hechos ocurrieron en 2016 cuando la acusada, de nacionalidad rusa, intentó robarle sus documentos a la víctima con el fin de suplantar su identidad.
Viktoria Nasyrova, una dominatriz de 47 años, fue condenada en febrero por intento de asesinato en segundo grado, intento de asalto en primer grado, asalto en segundo grado, secuestro o y hurto menor. Ahora la Justicia dio a conocer su pena.
“Una estafadora despiadada y calculadora irá a prisión por un largo tiempo por intentar asesinar para obtener ganancias personales. Afortunadamente, la víctima sobrevivió al ataque contra su vida y pudimos hacerle justicia”, dijo la fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz, según Telemundo.
Todo comenzó cuando Viktoria Nasyrova llamó a la esteticista Olga Tsvyk, rusa como ella, para pedirle un servicio de emergencia. Concertaron una cita y Viktoria llegó a la casa de Olga con un cheesecake como regalo.
Ella se sirvió y se comió dos trozos. La víctima, uno. A los veinte minutos, Olga Tsvyk comenzó a sentirse mal. Descompuesta, empezó a vomitar, se acostó un momento y perdió la conciencia. Lo último que recuerda ver antes de cerrar los ojos es a su agresora andando por su habitación.
Al día siguiente, una amiga de Olga la encontró inconsciente, tirada en la cama con pastillas esparcidas por todo el cuerpo. Nasyrova había tratado de simular un suicidio.
La víctima fue llevada al hospital para recibir tratamiento. Según dijeron los médicos durante el juicio, la mujer “estuvo a pocos minutos de sufrir un colapso cardiaco”. Cuando recibió el alta y regresó a su casa, Svyk descubrió que su pasaporte y otros documentos de identidad habían desaparecido. También dinero, joyas y algunas otras pertenencias.
Tras analizar los restos del pastel encontrados en la casa de la víctima, los investigadores pudieron determinar que estaba mezclado con fenazepam, un potente sedante de origen ruso. Las pastillas encontradas en la habitación de la víctima también resultaron ser de la misma sustancia.
Los fiscales sostienen que la mujer “quiso arrebatarle a la víctima lo más preciado que tiene una persona, su identidad”. Y creen que fue para huir de su oscuro pasado.
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