De forma reciente, se dio a conocer la historia de Carlos Daniel Hernández, un refugiado venezolano que ha expresado su agradecimiento con Dios y con Trinidad y Tobago porque, tras 5 años en la isla, tiene la capacidad de regalar pescado y otros alimentos a las personas más necesitadas y afectadas por la pandemia.
El ciudadano es originario de Maracay y, tras haber trabajado en muchas áreas, decidió comenzar con su hermano un negocio de pescadería. Afirma a Sunday Newsday que cuentan con varios pescadores que los abastecen semanalmente, por lo que pueden ofrecer precios competitivos.
Por este razón, y ante los estragos que ha ocasionado el covid-19 a nivel laboral y económico en la isla, los emprendedores venezolanos decidieron comenzar a regalar bolsas de pescado a sus compatriotas en situaciones vulnerables y a otros pobladores que atraviesan dificultades.
“No es que tengamos todo el dinero del mundo para regalar. Estamos agradecidos con Dios (…). El objetivo es darles a los demás un poco de las bendiciones que Dios nos da, por eso nuestro trabajo es para todas las personas que se encuentran en situaciones difíciles a causa de la pandemia”, expreso el venezolano.
Así mismo, afirmo que algunas empresas y personas particulares se han unido a la causa y donan otros insumos, como frutas e incluso harina de maíz. Manifestó su deseo de que más pescadores y ciudadanos tengan iniciativas parecidas para ayudar a los más vulnerables.
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