Tras cometer el doble asesinato, el vecino escapó y duró tres días evadiendo a las autoridades. Cuando lo hallaron e intentaban convencer de que se entregará se abalanzó contra un policía y los demás agentes tuvieron que abatirlo.
Un terrible acto de intolerancia terminó con tres muertos en la ciudad de Brooklyn, en Nueva York, Estados Unidos. Los primeros dos fueron víctimas de su vecino, Jason Pass, y eran padre e hijastro, con quienes el criminal sostuvo una riña que inició por el exceso de ruido en el edificio residencial.
Las cámaras de seguridad de la torre muestran un confrontamiento verbal entre Jason y Bladimy Maturin. Empujones iban y venían, pero la situación pasó a un plano mayor cuando Jason desenfundó un arma y la descargó.
Chinwai Mode, hijastro del herido, quiso defender a su padrastro, pero el sujeto armado no le dio tiempo ni de acercarse y también le propinó disparos mortales.
La escena del crimen en el edificio terminó con los cuerpos inertes de padre e hijastro, pero a varios kilómetros vendría otra balacera, también con desenlace fatal.
Este miércoles primero de noviembre, tres días después del sangriento crimen, las autoridades dieron con el paradero de Jason Pass. La Policía rastreó su vehículo y pudo establecer un diálogo para persuadir al sujeto de entregarse, aunque posteriormente se conoció que desde el comienzo manifestó que las cosas no iban a salir bien.
Mientras esperaban a un equipo de negociación, el individuo, dicen las autoridades, intentó abalanzarse sobre uno de los policías. En ese momento los demás agentes se vieron obligados a dispararle cuatro veces, causando de inmediato su muerte.
Array