Un grupo de hombres que fue acusado por violencia intrafamiliar se excusó públicamente con sus excompañeras sentimentales. La jornada de justicia restaurativa concluyó con un apretón de manos entre ambas partes.
Un hecho histórico se cumplió en el departamento del Atlántico cuando un grupo de hombres que fue denunciado por violencia intrafamiliar pidió perdón públicamente a sus exparejas.
Cada brochazo de pintura sobre las llantas de un parque en el municipio de Soledad, Atlántico, dice Alejandro Luna, era como limpiar las situaciones negativas del pasado, pues su expareja lo denunció por violencia intrafamiliar.
“La idea es que esto quede limpio. Será una vida nueva de palabras, de esos malos actos que he podido cometer”, señaló el ciudadano.
Como él, otros siete hombres también fueron denunciados ante la Fiscalía General de la Nación por el mismo delito. Por eso, este jueves, 19 de octubre de 2023, en un acto público pidieron perdón y se comprometieron a no repetir las agresiones.
“Ante todos ustedes quiero pedirle disculpas a mi esposa si en algún momento cometí un error y le hice daño”, dijo Jhon Guzmán.
Freddy Castrillón también ofreció excusas a su excompañera sentimental: “Pido perdón público. Que me perdone, esto no volverá a pasar y que estoy para lo que ella necesite”.
Las exparejas de los sujetos aceptaron las disculpas: “En nombre de todas mis compañeras quiero decirles a todos ustedes que nosotras como mujeres merecemos respeto y merecemos también que nos valoren como tal”, indicó una vocera de las víctimas de violencia intrafamiliar.
La jornada de justicia restaurativa es la primera que se realiza en el Atlántico. Además, la idea es que se les aplique a estas personas el principio de oportunidad, que es la renuncia a la persecución penal.
“Un juez va a revisar que efectivamente se cumplan los compromisos que aquí se adquirieron y los casos que se registran en la Fiscalía en contra de estos ciudadanos queden archivados”, apuntó Gustavo Montaña Montoya, director seccional de fiscalías en Atlántico.
Con un apretón de manos entre agresores y víctimas se cerró la jornada, en la que se busca no se registren más casos de violencia intrafamiliar.
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