El ganador de la lotería que gastó una fortuna de 11 millones de libras esterlinas, ahora vuelve a trabajar como vidriero

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Mark Gardiner y Paul Maddison, se dividieron un premio de US$28 millones en 1995, pero sus caminos se separaron y sus destinos fueron muy distintos. Él hizo malas inversiones y perdió casi todo su patrimonio, mientras que su amigo se convirtió en Testigo de Jehová y mantiene su fortuna.

Mark Gardiner (izquierda) y Paul Maddison (derecha)

Dos amigos ganaron US$28 millones de dólares en el año 1995 y, luego de dividirse el premio, sus vidas tomaron rumbos distintos en el Reino Unido. Mientras uno mantuvo toda su fortuna, el otro perdió casi todo su patrimonio y ahora tiene un inesperado trabajo.

Mark Gardiner Paul Maddison fueron fotografiados por todos los medios británicos hace 28 años. La imagen los mostraba junto a sus esposas y, lógicamente, rebosantes de felicidad. Claro, sabían que sus vidas habían cambiado completamente luego de ganar semejante fortuna.

Lejos de pelearse por el jugoso premio o acordar invertirlo en alguna empresa, los dos amigos ingleses decidieron que lo mejor era dividir por la mitad la ganancia para que cada uno tuviera total libertad para invertir o gastar el dinero en lo que desee.

Mark Gardiner, quien hoy tiene 61 años, no tuvo la vida que se imaginó en el momento en el que le dijeron que había ganado US$14 millones. Una serie de malas inversiones le significaron la pérdida de varios de sus millones y las malas noticias no solo fueron económicas, porque su esposa Brenda -la misma que aparecía celebrando con él en las imágenes- también lo dejó.

Pero no todas las inversiones fueron malas para el hombre que vive en St. Leonards-On-Sea, hubo dos decisiones económicas que le salvaron lo poco de fortuna que le queda: el dinero que puso en un club de fútbol y la inversión que hizo en una empresa que vende ventanas.

Mark Gardiner y Paul Maddison celebrando la fortuna que habían ganado en 1995.
Mark Gardiner y Paul Maddison celebrando la fortuna que habían ganado en 1995.

Gardiner invirtió US$2,5 millones en la empresa Croft Glass en la que hoy trabaja. 28 años después de ganar una fortuna, su vida es la de un trabajador normal: trabaja en la compañía haciendo mediciones, topografías y pedidos.

Todavía es dueño del Hastings United Football Club de Inglaterra y las ganancias que obtuvo le permitieron comprar una casa en Barbados. Su empresa, su club de fútbol y esa casa es lo único que le quedó de los US$14 millones que recibió en 1995.

“No me malinterpreten, si hubiera ganado la lotería ahora a los 61 años, habría hecho tantas cosas diferentes”, dijo en una entrevista con el medio británico The Sun. Paralelamente, lo sigue intentando todas las semanas: juega a los mismos números con los que ganó hace 28 años.

La contracara de Gardiner es su amigo y exsocio Paul Maddison, quien se llevó la otra mitad de la fortuna ganada en la lotería. Mark contó que Paul se convirtió en testigo de Jehová, conserva todo su patrimonio y vive en Escocia.


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