Gregorio Antonio Rodríguez Álamo, de 60 años de edad, fue hallado muerto en el río Tuy, a la altura del sector El Jobito de San Francisco de Yare, municipio Simón Bolívar del estado Miranda. Aunque su cadáver fue localizado el 1 de noviembre, no fue sino tres días después cuando lo reconocieron en la morgue de Ocumare del Tuy.
Rodríguez Álamo tenía fijada su residencia en el sector La Veguita de San Bernardo en el municipio Tomás Lander. Todos los días jugaba dominó en casa de unos amigos. Su ausencia de cuatro días prendió las alarmas.
Sus compañeros de juego fueron hasta su residencia y se percataron que en el inmueble había rastros de sangre. Además en el portón principal de la casa había un cartel donde se leía: “No lo busquen porque no lo van a encontrar” y en la puerta del inmueble otro con la siguiente frase: “Si vienen, los vamos a matar”.
En la parte posterior de la residencia había más evidencias de interés criminalístico. En un camino que conduce al río Tuy, estaban algunas de las pertenencias de Rodríguez. Sin embargo, su paradero fue incierto hasta el 3 de noviembre.
Parientes del infortunado contaron que Rodríguez Álamo tenía tres años viviendo solo y estaba dedicado a cultivar la tierra. «Él cosechaba diversos rubros, dependiendo de la temporada. Además sabía de mecánica, pues hace años tuvo un taller, y también era soldador», contó una sobrina.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), adscritos al Eje de Homicidios, se trasladaron al inmueble de Rodríguez para la inspección técnica. Presumen que al hombre lo asesinaron y lanzaron su cadáver al río. Manejan como hipótesis inicial el robo.
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