A quienes nos duele el más grande del Zulia, debemos ser convocados y convocadas a discutir y acordar el plan de acción para frenar la voraz contaminación que ocasionan los incontrolables derrames petroleros, las descargas de aguas servidas, el bote de desechos sólidos, por citar sólo algunos de los agentes contaminantes responsables del grave estado en el que se encuentra nuestro Lago.
Se hace necesario designar a los entes gubernamentales, las personas jurídicas y naturales, los consejos de pescadores y pescadoras para que de manera conjunta se encarguen del seguimiento, fiscalización y control con el objetivo de garantizar que no suceda lo que en otrora ha sucedido. Es ésta una gran oportunidad, un momento estelar para volver a tener nuestro Lago de cristal.
Indemnizar a toda la comunidad pesquera afectada por los derrames de petróleo con justicia y equidad sin viveza, ni trampa, ni corrupción.
Debemos Iniciar de inmediato con la construcción de las plantas de tratamiento de aguas servidas. Proponemos un cronograma para la construcción de 12 plantas de tratamiento de aguas servidas en las ciudades de Maracaibo y San Francisco, por ser estas las que vierten el mayor volumen de aguas servidas a nuestro Lago.
Nos toca librar la mayor gesta de amor, la Segunda Batalla por la defensa del mayor del Zulia.
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