Las hermanas estaban acompañadas de su madre mientras tomaban algunas fotografías del mar, pero una ola las tomó desprevenidas y las arrastró al interior del afluente. Sus cuerpos fueron encontrados 48 horas después.
Lo que comenzó siendo una aventura y que prometía ser una experiencia inolvidable para las más pequeñas de la familia terminó convertida en una tragedia, luego de que tres hermanas se ahogaran mientras veían el mar por primera vez, en una playa de Guatemala.
De acuerdo con el padre de las menores, Santos Sequén, el sueño de sus hijas era conocer la inmensidad del mar y él estaba muy feliz por poder cumplirles ese deseo, a propósito del cumpleaños de una de las niñas.
Aprovechando el receso de mitad de año, la familia se embarcó en un viaje hacia las playas de Iztapa Escuintla, conocidas por sus hermosos paisajes y actividades que se pueden realizar en el territorio. Debido a las altas olas, es una de las playas preferidas por los surfistas y el sector es ampliamente turístico.
«Me quedé llenando una piscina armable donde nos habían prestado el rancho. Ellas me pidieron permiso para ir a tomarle fotos al mar», expresó Sequén en el canal Univisión. La última vez que se vio con vida a las niñas quedó captada en una imagen donde se les ve tomando de la mano a su mamá mientras observan la vasta amplitud del mar, que veían por primera vez.
Sin embargo, en cuestión de un instante, una enorme ola las tomó por sorpresa y las arrastró violentamente al interior del afluente hasta desaparecer. La corriente se llevó a las tres menores, a su madre, y a otros turistas que se encontraban en el lugar.
Aunque la mayoría de los afectados logró volver a tierra firme sin mayores percances, las tres niñas, identificadas como Shiley, Jackelin y Lesly, quedaron a la deriva. Inmediatamente, las autoridades comenzaron las labores de búsqueda, valiéndose de lanchas y otros equipos de emergencia.
Debido a la dificultad para encontrarlas, oficiales del Cuerpo de Bomberos desplegaron dos aeronaves para poder localizarlas. Kimberly Sequén, la hermana mayor de las menores, envió un llamado desesperado a turistas y pescadores con el objetivo de que les ayudaran a dar con el paradero de ellas.
Tras 48 horas de angustia, la búsqueda finalmente terminó. Los cuerpos de las tres hermanas fueron hallados en el mar y posteriormente trasladados a tierra firme donde las autoridades realizaron las diligencias correspondientes.
Las niñas, que se encontraban entre los 7 y los 12 años de edad, fueron despedidas con una caravana, acompañadas de sus amigos, familiares, personas allegadas y profesores de su colegio.
Array