Una agente de la Guardia Civil ha acabado, presumiblemente, con la vida de sus dos hijas, de 9 y 11 años, en las dependencias de la Benemérita de Quintanar del Rey (Cuenca), y después se ha quitado la vida. El Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias de Castilla-La Mancha informó de la llamada de aviso a las 7.19 horas de este jueves.
Los hechos han sucedido en una vivienda del pabellón oficial del acuartelamiento de la localidad conquense. Han sido los propios compañeros los que han acudido tras escuchar las detonaciones, según han informado desde la Dirección General de la Guardia Civil. Allí han hallado los cuerpos sin vida de la agente y de las dos menores.
La mujer, Paola B. C, es natural de Algeciras, se había separado desde hace aproximadamente un año y había iniciado los trámites de divorcio de su pareja, Santiago, de 47 años. No obstante, desde la familia precisan que la relación era buena. Así lo afirma Lucía, prima de Santiago. «Nadie esperaba algo así», comentaba en conversación con EL MUNDO, «no había problemas, de hecho, ella había tenido a las niñas en Algeciras el pasado fin de semana«.
Añade la prima del ex marido que a las pequeñas «las han criado mi primo y mis tíos«, y explica que eran los abuelos los que las cuidaban habitualmente. Como detalle de alarma, Lucía alude a que desde el lunes no tenían ninguna noticia y que, ayer, cuando los padres de Santiago contactaron con Paola para coordinarse, puesto que ella trabajaba hoy, la madre ya no contestó.
Fuentes próximas a la investigación apuntan a este diario que la agente estaba en activo y «nunca había tenido bajas psicológicas ni conductas anómalas» , pero serán las pesquisas las que determinarán cuál fue el desencadenante de esta tragedia.
Desde el entorno de la agente han añadido que tenían constancia de que su intención era trasladarse con sus hijas a su municipio natal, Algeciras, motivo por el que estaba en trámites de negociación con su ex pareja, que no es guardia civil.
Al lugar de los hechos se desplazó un médico y una ambulancia de urgencia que tan solo han podido confirmar el fallecimiento de las tres. Y se han certificado las edades. Al parecer, la mujer, de 42 años, habría disparado a sus hijas con un arma de fuego antes de quitarse la vida en el cuartel de la Guardia Civil de Quintanar del Rey, un municipio de unos 7.500 habitantes del sur de la provincia de Cuenca, casi en el límite con Albacete.
Por su parte, la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Guardia Civil investiga lo hechos para esclarecer lo ocurrido.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Motilla del Palancar, en Cuenca, ha abierto diligencias previas y su titular ha decretado secreto del sumario, que afecta a la totalidad del procedimiento judicial abierto, según han confirmado a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
CONSTERNADOS
Vecinos de Quintanar del Rey y familiares que se encontraban a las puertas del acuartelamiento, lugar donde han ocurrido los hechos, han mostrado su consternación al tiempo que manifestaban su asombro tras conocer el crimen.
Uno de ellos ha indicado en declaraciones a Europa Press que esta mañana ya había escuchado que se había producido un crimen en la localidad, y pensaba que había sido otra cosa. «Pero cuando ha escuchado en la radio que se trataba de una guardia civil, he sentido un profundo dolor«.
Y es que, como ha subrayado, ella era la única agente del instituto armado en el puesto de Quintanar, por lo que rápidamente ha sentido una profunda tristeza, ya que conocía al exmarido de la agente así como a las niñas, informa Europa Press.
«No tenemos palabras, no sabemos qué ha podido pasar«, han asegurado los vecinos, que han indicado que recientemente la vieron en el supermercado y todo aparentaba normalidad.
A las puertas del cuartel de la Guardia Civil en Quintanar se han reunido diversos ciudadanos de la localidad que se han mostrado compungidos ante este hecho.
«BARBARIDADES»
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha referido este jueves al trágico suceso para lamentar que «vivimos en un mundo en el que pasan barbaridades».
Durante su intervención en el acto de presentación en Toledo de la campaña ‘Navidad en compañía. Ningún mayor solo’, se ha referido a este suceso como «una de esas cosas que en la vida te llevan a replantearte todo», después de que en Quintanar del Rey una madre haya podido «levantarse, ir al dormitorio de sus niños y asestarles dos tiros y luego matarse ella».
Ha señalado que estas cosas son «consecuencia de la pérdida de control«, y aunque ha dejado claro que no se refería a este caso de Quintanar, ha señalado que desde el Covid se han «agravado muchísimo» los problemas psicológicos, ante los que la mejor terapia para salir es «ayudarnos, con los profesionales y unos a otros«.
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