«Yo solo como cosas gratis». Así de tajante se mostraba el youtuber español Borja Escalona cuando la camarera de un restaurante le reclamó que pagara la «empanadilla» que acababa de consumir. El joven pretendía salir del local sin pagar, alegando que con su «promoción» en internet quedaba pago su consumo. Sin embargo, en el restaurante nunca le pidieron a Escalona que hiciera esta promoción, él solo llegó y pidió.
Lo cierto es que ante el reclamo de la empleada del local, el youtuber se sintió bastante ofendido y con tono altanero respondió: «¿Te tengo que pagar? Pues entonces te tengo que cobrar yo esta promoción que acabo de hacer», dijo después de haber retransmitido en directo en redes sociales la experiencia gastronómica. El polémico creador alegó que pasaría una factura de 2.500 euros al negocio por la promoción que había realizado.
Así, Escalona instó, de manera sarcástica, a sus seguidores que pusieran reseñas negativas en Google en el negocio como represalia, afectando gravemente la imagen de la empresa en la web.
Ante el odio que han recibido a raíz del desagradable episodio, el restaurante debió emitir un comunicado en sus redes sociales: «Ayer, en nuestro local de Porta do Sol, vivimos un incidente muy desagradable que ha comprometido nuestra imagen de marca, a una de nuestras trabajadoras y, por tanto, a todo el equipo que formamos parte de A Tapa do Barril», señalan, agradeciendo el apoyo recibido.
Después de ver el efecto que este video causó en su contra, pues hasta Youtube le eliminó su canal, Escalona apareció en internet llorando y victimizándose de una «cadena de odio» en su contra provocada por él mismo. «España tiene un problema muy grave y es que lo único que nos une es el odio hacia algo o hacia alguien», dice.
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