Estados Unidos mató al líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, en una operación antiterrorista con un dron en Kabul (Afganistán) el domingo, reseñan agencias.
Zawahiri se encontraba al frente del grupo terrorista desde el asesinato de Osama bin Laden, en 2011, en Pakistán.
Al Zawahiri fue asesinado la mañana del domingo en una residencia de Kabul, cuando se encontraba en el balcón, y un dron le disparó dos misiles Hellfire.
Biden
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, destacó que la operación se realizó el fin de semana por orden suya y que ahora “se hizo justicia”.
«No importa el tiempo que tarde, no importa dónde te escondas, si eres una amenaza para nuestro pueblo, Estados Unidos te encontrará y te eliminará», expresó.
En un discurso a la nación, se pronunció para dirigirse «a todos aquellos alrededor del mundo que quieren dañar a Estados Unidos» y les aseguró que su país permanecerá siempre alerta y listo para actuar cuando se trate de defender la seguridad de los ciudadanos estadounidenses.
Afganistán condena el ataque
Este martes, Afganistán condenó enérgicamente el ataque y calificó el acto como una violación de los principios internacionales, señala Prensa Latina.
El principal portavoz islamista, Zabiullah Mujahid, dijo en un comunicado, que este comportamiento muestra la repetición de las experiencias fallidas de Estados Unidos en los últimos 20 años y va en contra de los intereses de Afganistán y de la región.
Indicó el portavoz talibán que esta acción dañará gravemente las relaciones entre ambas partes y tendrá malas consecuencias.
En la lista de los más buscados
Nacido en Egipto en 1951, al Zawahiri era un médico que llegó a convertirse en uno de los terroristas más buscados como líder de la red Al Qaeda tras la muerte de bin Laden, señala EFE.
Tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, la Interpol ordenó la búsqueda y captura de al Zawahiri, quien era la mano derecha de bin Laden, bajo la acusación de acciones terroristas en Egipto y de ser «una de las cabezas de Al Qaeda». El FBI lo puso en su lista de más buscados con una recompensa de 25 millones de dólares por información que llevara a su arresto.
El líder de Al Qaeda se trasladó a la capital afgana junto a su familia a principios de este año procedente de Pakistán y, de acuerdo con la Casa Blanca, el septuagenario todavía constituía una amenaza para los ciudadanos, intereses y seguridad de Estados Unidos.
La inteligencia estadounidense llevaba meses confirmando que efectivamente era Ayman al Zawahiri quien residía en esa casa, de la que nunca salía y únicamente quedaba expuesto cuando se encontraba en el balcón.
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