Hace 16 años “Nelsito” conmocionó a Maracaibo al asesinar a su mamá

Esa fatídica noche también falleció una joven de 23 años que vivía alquilada en el apartamento donde ocurrió el dantesco crimen

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La noche del 10 de agosto de 2005, Nelson Andrés Castro Padrón, “Nelsito”, tomó la terrible decisión de asesinar a su mamá. Fue un hecho que hasta los momentos carece de explicación real, pero que conmocionó a la opinión pública, no solo por lo horrendo del crimen, sino porque una joven inocente también perdió la vida esa fatídica noche.

Nelson Andrés Castro Padrón, nació en el año 1990 en Maracaibo, estado Zulia. Sus padres eran Nelson Castro y Miriam Francisca Padrón

La vida de Miriam Francisca Padrón (53) se extinguió a manos de su hijo de apenas 15 años de edad, quien le asestó 37 puñaladas. El suceso ocurrió en uno de los apartamentos del edificio Tacarica II, ubicado en la avenida 10 con calle 73 en Maracaibo, donde vivían ambos junto a Lisseth del Valle Quintero (23), quien era su inquilina.

Según contaron los medios que cubrieron la noticia, Nelson esperó que su madre llegara al apartamento y se acostara en su cama a leer un libro. Allí la sorprendió, se le fue encima con un cuchillo y se lo clavó en el estómago. La mujer intentó protegerse dándose la vuelta, pero Nelson se subió a la cama, la rodeó con sus piernas y siguió apuñalándola.

Cuando la dio por muerta, el joven fue a lavarse la sangre y cambiarse de ropa. Pero su madre estaba viva. Herida de muerte, Miriam logró caminar hasta el teléfono que había en un pasillo. Sus huellas quedaron en el cable y el auricular. Nunca se supo si logró o no comunicarse con alguien. Luego, extrañamente regresó a la habitación y se tendió en su cama para morir.

En ese momento, Lisseth llegó a la casa. Entró y se encontró con un cuadro aterrador. Comenzó a gritar y corrió a la puerta de salida, pero Nelson la alcanzó. Lucharon, él logró someterla y la mató de 30 puñaladas. Desnudó el cuerpo y lo colocó en forma de estrella de cinco puntas en el piso, según el relato de la prensa.

Nelson aseó de su cuerpo la sangre, puso en una mochila algunas pertenencias y huyó. Fue al cementerio El Cuadrado, a dos hospitales, una farmacia al centro comercial La Redoma y finalmente a una casa en el barrio 14 de Julio. Tres días después del crimen, la policía lo capturó en el sector de San Isidro, en Maracaibo.

“El diablo pudo más que yo”

Nelson atribuyó la responsabilidad del doble crimen “al Diablo”. El escándalo fue tan grande que incluso llevó a la Conferencia Episcopal de Venezuela a anunciar que revisaría la presencia de sectas satánicas en el país. “El diablo pudo más que yo”, confesó el joven a un medio local.

El joven fue juzgado y condenado. Ingresó al reclusorio en agosto de 2005, pero el 17 de noviembre de 2008, tras 10 horas de deliberaciones, el Juzgado Primero de Primera Instancia en Función de Ejecución del Adolescente le otorgó el beneficio de libertad asistida, contemplado en el artículo 626 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente. Tenía 18 años de edad.

Nelson Castro aseguró que ahora era cristiano y que la religión lo había “alejado del mal”. Sin embargo, a principios de 2009, el Ministerio Público consideró que el Tribunal de Ejecución no tomó en cuenta elementos fundamentales para que se mantuviera la privación de libertad contra el joven.

La Corte de Apelaciones, Sección Adolescentes del estado Zulia, una vez evaluados los argumentos esgrimidos por el Ministerio Público, declaró a lugar la apelación, anuló la decisión del Tribunal de Ejecución, revocó la libertad asistida a favor del joven y ordenó su reclusión en el centro de formación integral Cañada I en Maracaibo.

Para el 2011, Nelson pagó su condena y lo último que se supo de él es que iba a publicar un libro donde relataría toda la verdad de su crimen. Dicen que Nelson se mudó a Estados Unidos, pero realmente nadie sabe de su paradero.

Archivocriminal

Nelson Andrés Castro Padrón, nació en el año 1990 en Maracaibo, estado Zulia. Sus padres eran Nelson Castro y Miriam Francisca Padrón, quien desde muy joven trabajaba como auxiliar de vuelos (azafata) en la aerolínea Santa Bárbara Airlines.

Durante su infancia, sus padres atravesaron un proceso de divorcio, por lo que Nelsito como le decían de cariño, se quedó viviendo con Míriam Francisca.
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Aunque su padre se mantenía en contacto constantemente, la mayoría del tiempo Nelson estaba solo, ya que por su profesión, su madre no estaba mucho tiempo en casa.

Desde muy temprana edad, Nelson empezó a descuidar sus estudios, a consumir drogas y alcohol, y a pasar más tiempo vagando en las calles.

Además, regularmente se le veía en compañía de otros jóvenes de mal comportamiento y que eran mal vistos en la comunidad de El Naranjal, en donde residía.

Al ver estos comportamientos, su madre lo envió en un par de ocasiones a casa de una de sus hermanas en Caracas, para que se alejara de las “malas juntas” que tenía en su urbanización.

Para el año 2005 Nelsito, de entonces 15 años, tenía una vida llena de excesos con drogas y alcohol, incluso algunas personas allegadas a él, decían que ya llevaba un año congregándose en una secta satánica. Todo esto hizo pensar a Miriam sobre la idea de ingresarlo en un internado al norte de Maracaibo.

Con ellos vivía Lisseth Del Valle Quintero, una estudiante de 23 años, de la Universidad Privada Rafael Belloso Chacín (Urbe).

La joven era de Cabimas, una ciudad ubicada a una hora de Maracaibo, y por la cercanía con su casa de estudios, le alquilaba una habitación a Miriam en su apartamento. Además le ayudaba con los quehaceres de la casa mientras ella trabajaba.



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