Pocos son los vinculados al gobierno de los Estados Unidos que realicen este tipo de comentario, y menos serán los blancos que estén de acuerdo con las declaraciones de ex presidente de ese país Barack Obama (2009-2017) por ser descendiente afroamericano. El comentario se produce cuando se desatan violentas protestas en el estado estadounidense de Minesota (norte), que estallaron después de que el ciudadano afroamericano George Floyd muriera mientras estaba bajo custodia policial a principios de esta semana.
“Los estadounidenses no deben permitir que el asesinato de personas afroamericanas a manos de la policía se normalice si quieren que Estados Unidos cumpla con sus ideales más altos”, dijo Obama. “Esto no debería ser ‘normal’ en 2020 en Estados Unidos (…) No puede ser normal, si queremos que nuestros hijos crezcan en una nación que cumpla con sus más altos ideales, podemos y debemos ser mejores”, asevero en su cuenta de Twitter.
“Nos corresponde a todos, independientemente de nuestra raza o posición, trabajar juntos para crear una nueva normalidad en la que el legado de intolerancia y tratamiento desigual ya no infecte nuestras instituciones o nuestros corazones”, reflexionó el ex presidente. El 25 de mayo apareció un vídeo que mostraba a un oficial de policía blanco que sujetaba a Floyd en el suelo con la rodilla en el cuello durante varios minutos.
Floyd, de 46 años, repetidamente le dice al oficial de policía que no puede respirar hasta que queda inconsciente; murió en un hospital local poco después. El alcalde de Mineápolis, Jacob Frey, dijo que los cuatro policías involucrados en el arresto fueron despedidos y pidió imputar al oficial que asfixió a Floyd.
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